lunes, 5 de agosto de 2013

COMENZAMOS EL CAMINO, O PORRIÑO - REDONDELA 5 ago 2013

PRIMERA ETAPA. O PORRIÑO A REDONDELA. 4/08/13
Las ocho de la mañana y con el cuerpo un poco condolido de tanto viaje en autobús, ( y es de los modernos, con 6 meses de su compra) pero como en cama no se descansa en ningún lado. Bueno estamos en el albergue de Porriño, lugar donde deberíamos sellar nuestra primera vez y así dar comienzo a nuestro camino. Mientras los demás compañeros se preparan para andar y bajan lo necesario del autobús, yo me dirijo al albergue para comprobar que no hay nadie atendiendo y que hasta las 10 de la mañana no habrá nadie. No podemos esperar tanto, para el medio día debemos estar en Redondela, así por medio de walki talki me comunico con mis compañeros y decido buscar un lugar para sellar, encontrando una panadería junto al paso a nivel, pero yo sigo adelante para ver el ayuntamiento de Porriño, una maravilla, como veréis en las fotos.  Visto este vuelvo hacia donde esta el grupo sellando y es tanta la cantidad de personas 47 y en una panadería tan pequeña que el grupo se disgrega y aquí tengo que ir buscando grupos para reagruparlos en la plaza del soldado. Con el grupo ya al completo y tras el momento de confusión, contamos al grupo como si de un colegio de niños se tratara y dando ya las 9 nos ponemos en marcha. Un inciso por si realizais el camino ( los sellos tienen que tener el nombre del pueblo y fecha, también es recomendable que sean oficiales, ya que los recomendables son iglesias, ayuntamientos, etc.) digo esto por que el sello de la panadería no tenia el lugar de salida y dio un poco de problemas al recoger la Compostelana, mira que ya lo había advertido, pero al final todos tienen la suya.
Ya andando cruzamos en varias ocasiones la N-550 que veremos en casi todo el camino, los parajes son increibles, el verdor del campo y las casas todas de piedra.
Llegaremos al núcleo principal de Mos, representado por la iglesia barroca de Santa Eulalia, el pazo del siglo XVII y el albergue de peregrinos. Junto a la iglesia hay un bar-restaurante donde sellan de nuevo los compañeros, yo al terminar la misa sello en la iglesia ganándome ya las gracias y cachondeo siempre con buena fe de los compañeros ( el solo puede sellar en las iglesias, no en bares, etc.) da gusto hacer el camino con gente que se divierte y anima al grupo, así la fatiga se olvida por lo menos hasta llegar al final.
Salimos por una cuesta exigente hasta el crucero policromado de Os Cabaleiros del siglo XVIII y provisto de dos farolillos donde termina la cuesta, pero aun quedan algunas subidas mas no de mucha pendiente para lo que estamos acostumbrados, la ultima nos llevara hasta la ermita de Santiaguiño, reformada en 2003 y situada en el punto más elevado de la jornada, aquí paramos para comer y reponer fuerzas en el merendero que hay en su entorno.
Al lado y al cruzar la carretera un lugar donde echar fotos y dejar piedras, ( una tradición que casi todos realizamos, desde un punto determinado del camino se cogía una piedra y tras andar un largo trayecto se depositaba en los mojones que marcaban los kilómetros, dejando con la piedra, la pena, una petición o un deseo.) Cruzamos y este altar damos comienzo a la bajada hasta Redondela, pasamos el miliario de Vilar indicador de distancia romano de la vía XIX que unía Braga con Astorga. Las bajadas nos van dejando ver a lo lejos la ria, mientras siguimos pasando por arboledas que casi no nos dejan ver el cielo, para volver de nuevo a la N-550 que nos adentra en Redondela, a lo lejos se ven sus viaductos y el convento de Vilavella, residencia de monjas en el siglo XVI, justo al lado un bar donde aprendimos a pedir  una "Bok" y sellemos de nuevo. Mientras  llegaba el autobús para llevarnos al hotel que se encontraba a 7 kilómetros de Redondela, yo voy hasta el albergue para sellar de nuevo, tengo que sellar lo mas posible. Para mi el camino es una ilusión que por fin estoy cumpliendo. Llega el autobús y nos traslada a la misma puerta del hotel y allí mismo el restaurante del almanzora, saca de nuevo sus exquisitas comidas para poner punto final al sendero.
Tras un baño y corto descanso , tomamos de nuevo el autobus para ir a Santa tecla (
El monte de Santa Tecla (en gallego Santa Trega ) es una elevación de 341 m de altitud situada en el extremo más sudoccidental de Galicia, en el municipio de La Guardia.
Desde la cima de este monte, de pronunciadas pendientes, se domina la desembocadura del río Miño, el océano Atlántico y los montes de Portugal y Galicia, por lo que constituye un enclave estratégico habitado desde mucho antes del asentamiento del Castro de Santa Trega, como atestiguan petroglifos allí encontrados de más de 2.000 años de antigüedad. En el, se encuentra la iglesia de Santa Tecla y cercano a la puerta del templo una lápida de piedra con multitud de marcas de cantería, colocada con ocasión del festival de 1979 en honor a los poveiros de Póvoa de Varzim (Portugal). Al parecer, se trata de una reproducción en piedra de la puerta de madera original de la ermita, que contenía esas marcas/siglas  ; es de destacar su similitud con las existentes en iglesias, monasterios, etc. en la Europa medieval.) el lugar es impresionante con su casto celta y las vista, donde vivimos momentos muy entrañables, a continuación nos cruzamos a Portugal, de lo cual me acordare siempre del sablazo que nos dieron con el bacalado y el pulpo, en nuestra visita a Valença ciudad amurallada.
Después de no comer mucho , volvimos al hotel y fue el momento de comernos el bizcocho que tan laboriosamente preparo mi mujer y que fue acompañado por unos chupitos de Whisky que proporciono Andrés.

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