martes, 3 de julio de 2012

LA VUELTA DE LOS MOSQUETEROS....3 jul 2012

COMO LAS BUENAS COSTUMBRES LOS MOSQUETEROS REGRESAN DE NUEVO.
Despues de nuestra primera aventura intentado unir varios senderos y caminos, UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO.....  
De nuevo volvemos a las andanzas, ya sabiendo por donde tenemos que ir y por donde no perder el tiempo ya que el sol de junio calienta mucho más que en diciembre.
En esta ocasión los papeles han cambiado levemente pero siempre para mejor como en las pelis, en esta ocasión Aramis ( Cecilio) que mejor galán para esta ruta, Athos que sigue siendo (Jesús) y yo que sigo de Porthos. Tres amigos para andar y donde el camino da mucho para charlar disfrutando de las vistas y los lugares por los que vamos a pasar.
LOS TRES MOSQUETEROS

El  día comienza con la recogida de  Aramis (Cecilio) en el campo de futbol de Macael para subirnos en su coche hasta Alcudia de Monteagud donde parte el sendero, hemos quedado con Athos (Jesús) a las 7:45 en la misma "Qanat"  una palabra árabe que significa ( viaje del agua) o fuente del pueblo que fue restaurada "Por la caridad de nuestros hermanos 1881" llegamos a la hora en punto y Athos (Jesús) no ha llegado, ullulluiii, a que se ha dormido, noche de san Juan en Almería, ullulluiii, pero oímos un coche y al mirar vemos llegar por arriba a nuestro compañero, decidimos simular que empezamos a andar en dirección al comienzo del sendero con lo que al llegar hasta la fuente nos giramos y dando con los dedos en la muñeca no hacen falta las palabras, tras saludarnos y reírnos con la broma comenzamos nuestra marcha en sentido inverso a lo que esta trazado en el panel de señalización pero que nosotros creemos es lo más recomendado para realizar el sendero.
El pasó por las encinas y vegetación autóctona del barranco de las palomas nos da paso a 1 kilómetro de subida, el cerro del Atalayón es en tramos más empinada en otros con tramos de herradura, con calma y las señoritas Filo y Sofía, disfrutando de las vistas de los diferentes pueblos que se van descubriendo ante nuestros ojos según vamos subiendo.
Una vez en la parte más alta de la ruta a 1218 m. empezamos la bajada contemplando el mar  reflejado por el sol y el valle del Almanzora en su gran magnitud, la subida ha tenido su mella y si no solo hay que mirar las pantorrillas de Athos (Jesús) que ha decidido traer pantalón corto para lucir las piernas y las matas del camino se lo han agradecido acariciando su tersa piel, hay compañero que dura es la vegetación, tendrás marcas hasta pasado el verano, ya que el poco uso de este sendero está dando lugar a que la vegetación se apodere del camino.
Dos kilómetros de bajada con algún repecho entre medias nos llevara hasta la carretera y un tramo de asfalto que es lo más feúcho del sendero con su punto bueno en que vamos viendo la torre de Alhabia al fondo. Solo es un kilómetro y medio y volvemos a la tierra y disfrutaremos de hermosas encinas junto al camino nos llevaran hasta el cauce del barranco de las mimbreras, donde las marcas del Gr 244 nos indican que sigamos por una pistas ascendente, nosotros tomamos una alternativa más interesante y bonita, vereda y mas encinas nos llevaran hasta la parte alta de esta pista, donde esta vez sí seguiremos el Gr.
Ahora nos dirigimos hacia la fuente donde refrescarnos un poco, el sol nos va respetando pero el calor ya empieza a hacerse presente, que agua mas fresquita, “telodije” “telodije”, tras pasar ascendiendo la almazara de la cual quedan pocos restos del edificio pero casi toda la maquinaria, llegamos hasta el pueblo callejeando hasta la plaza del pueblo donde se encuentra el ayuntamiento y la iglesia de N.S. de la Piedad. Y  justo al lado y en alto se encuentra la Era de Mies, donde se separaba el grano de la paja y que hoy día esta restaurada y utilizada de mirador.

Parada para comer algo, plátano, frutos secos, o pan de dátiles, son algunas de las viandas que nos darán fuerzas para afrontas el resto del camino. Por lo visto a Aramis (Cecilio) le va gustando el sendero y la conversación no le falta, vamos ligero pero nos está dando tiempo a arreglar el país y parte del extranjero. Las opiniones son barias y razonadas y como tres no se pelean si ninguno quiere, la sangre no mancha el camino. Dejamos Benitagla descendiendo hasta la rambla de las Mimbreras por el monte del Toberal, el descenso es largo pero bien señalizado, el GR lo han marcado muy bien, una vez en la rambla descendemos hasta llegar a la carretera la cual no pisamos ya que hay un carril justo al lado que nos deja en el que nosotros tenemos que seguir y aquí viene el dilema, cadena cortando el camino, ¿será privado? O lo han cortado para que no pasen los coches, ante la duda nosotros seguimos hacia arriba y que sea lo que dios quiera.
Vamos pasando entre cientos de almendros y con Bentagla al fondo, dándonos unas muy buenas vistas tanto del pueblo como del cerro Monteagudo y su santuario al fondo. El sol ya va calentando, pero ya llevamos más de la mitad del camino y ahora viene la zona de la Rueda y las Mimbreras donde la cantidad de encinas nos guardaran un poco de los rayos del sol.
Ufff  que frescor a la sombra de las encinas, ya viendo la torre de Alhabia justo enfrente pero sin prisas para aprovechar las sombras, ehhehhh, se oye por el fondo del barranco, nos miramos y como si no fuera con nosotros seguimos nuestro andar. Pero al dar una curva y haciendo nosotros un descanso, viene a nuestro encuentro un hombre mayor y con ganas de darnos la regañina, con muy buenas palabras y como el hombre es buena gente llegamos…. a entendernos, el hombre mira por su parcela y nos cuenta que le han robado en barias ocasiones, pero al vernos a nosotros tres y explicarle nuestro cometido, al final por pocas y nos invita a tomar comida y vino.
Dejamos atrás la sombra y nuestro amigo de las mimbreras, con la vista puesta en la torre y en este tramo sí que apretamos un poco el paso ya que las ganas de llegar son muchas, tanto por el sol como por la cerveza fresquita que todos empezamos a poner en nuestra mente.
 La torre de Alhabia es el ejemplo evidente de lo que fue la defensa de las alquerías que se encontraban dispersas por este territorio. Gracias al Libro de Apeo y Poblamiento, realizado a mediados de la década de 1570, es posible saber que en el territorio de Alhabia había una mezquita y que la iglesia estaba quemada. El lugar constaba de dos barrios, para beber había dos fuentes, una en cada barrio. Tras la someter a los moriscos, Alhabia y los Benalguaciles quedaron despoblados, y con los cuatro términos se hizo uno solo para Alcudia. Hoy día la torre, de planta cuadrada de 5 x 5 m, conserva prácticamente su alzado original: 10 metros. Su gruesos muros de 1,40 m se encuentran en mal estado, llegando a perder parte del alzado sur. Su interior se encuentra vació, y es posible determinar por la huella que han dejado los forjados que se articulaba en seis niveles. Merece la pena visitarla antes de que se pierda definitivamente como se prevee ya que está muy descuidada.
Y el tramo final, cruzamos la carretera tomando el camino de descenso hacia el pueblo donde podemos ver varias eras, en una de ellas había un lugareño arreglándola, quitando la hierba conservando así su piedra una junto a la otra visible. Tras refrescarnos un poco en la fuente de partida, ahora nos refrescamos en el bar del Rubira, un par de jarras fresquitas y un fanta para Athos (Jesús) pondrán el colofón perfecto a esta ruta. La compañía de las mejores y el sendero con su encanto, pero siempre hay un pero, si se deja al descuido la vegetación tapara las sendas, así como el trozo donde nuestro amigo no quiere que se pise por su terreno, que tiene alternativa, vamos todos a disfrutar del sendero de los mosqueteros.
Athos (Jesús), Aramis (Cecilio), Porthos (Antonio Ybarra)