En el argot ciclista la pájara significa: una situación en que el rendimiento físico se deteriora bruscamente a causa del agotamiento de las reservas de glucógeno del hígado y los músculos. Se da en deportes de resistencia como el ciclismo. Los casos de fatiga moderada se pueden contrarrestar mediante un pequeño descanso o la toma de bebidas o complementos con alto índice glucémico, como dextrosa, maltodextrina o miel. O como se suele decir que llega el tío del mazo y no puedes ni darle a los pedales. Pero el nombre de la ruta no se debe a esto aunque a más de uno le ha dado haciendo esta ruta, si no a que pasamos por el bar la Pájara en los Cerricos.
Con salida desde Cantoria, con amigos de allí, ( Nonito, Matías, Juan Diego, El Pipa, y José Antonio) y yo por su puesto.
Nuestra salida fue desde la plaza del ayuntamiento como tantas otras veces y tomando dirección hacia Partaloa empezamos la subida hacia Oria.
Son casi 20 km de subida constante en la cual cada uno puso su ritmo pero en grupo. Aquí no se deja a nadie, sin quitar que en cualquier repecho el Nonito pegue su apretón para hacer alguna serie, reduciendo el ritmo hasta que los que vamos por detrás nos volvemos a reagrupar.
Hasta el pueblo de Oria ha sido calentamiento ahora empieza el puerto y con el aire en contra en los repechos más fuertes. Nonito y yo nos vamos por delante hablando y con un ritmo alegre que provoca que perdamos a los compañeros de vista, no pasa nada en la cima los esperamos. A pocos metros de la cima en el último repecho otro arreon de Nonito que en la cima vuelve para su casa que tiene que currar esta tarde.
Esperando en la cima a los compañeros nos vamos despidiendo del compañero y el grupo de 6 se queda con 5 componentes que afrontamos la bajada hasta Chirivel con el plato metido y todo el desarrollo y el aire de costado.
Al mismo tomar el cruce que nos llevara hasta los Cerricos el aire a favor y aquí las rectas largas y sus toboganes míticos donde alguno le ha costado llegar hasta el bar de la Pájara ya que ya la llevaba encima. Relevo tras relevo y José Antonio con su bici eléctrica parece que le ha puesto un motorcillo, creo que no tiene buenas piernas y llegamos a la Pájara y a tomar un refresco, Coca-Cola y Acuarius.
Después de esta parada nos dirigimos hacia el Santuario del Saliente y aquí el Pipa da un ataque hasta el cruce del santuario al cual no entramos ya que tras años de arreglo de su entrada todavía no lo han arreglado y está fatal para la bici de carretera. Así que iniciamos la bajada hacia Albox.
Aunque la carretera está fatal con respecto al asfalto la bajada es trepidante en velocidad y cruzándonos con compañeros que suben hacia arriba al santuario.
Aquí Matías baja más despacio ya que como estrena una bicicleta nueva no quiere terminar en el suelo. Menuda máquina, a disfrutarla.
Entrando a Albox vamos todos juntos cruzando el pueblo y en dirección hacia Almanzora, pero puffff pinchazo de Pipa que entre todos le ayudamos a arreglar, como un equipo de fórmula uno, pero tardamos un poco más.
Arreglado el pinchazo seguimos hasta llegar al bar donde nos ponen unas Cruz campo fresquitas y unas patas fritas de doble de ancho que reparan a cualquiera, entonces las anécdotas y comentarios, llega la segunda ronda y está aún más fría, y tanto la del Pipa está congelada. Así da gusto, compartir un día de ruta de sufrimiento de disfrutar y al final unas cervezas para finalizar.
Bueno para ellos, ya que yo tengo que volver hasta Macael y terminar.
Agradecer a los compañeros el haber podido compartir este día y estos momentos. Nos vemos en la próxima.
