Ruta Fuente el Negro

Recorriendo la sierra Las Estancias

Hoy tocaba ruta con bici de carretera y ante el imponente viento que se prevé, decidimos hacer algo diferente. Saliendo desde Cantoria me dirijo hasta Partaloa o Partaloba ( a través de su historia aparece con muy diversos nombres: Carsaloba, Cartaloba, Cantalobo, Paralobra, en la Bula de 1505 aparece como Partaloba, nombre que tendrá su continuidad hasta finales del siglo XVIII, ya en el siglo XIX aparecerá con el nombre actual) el caso es que allí me espera mi amigo Cecilio Vicente Cervilla y ya desde allí iniciamos el ascenso.

Paramos junto al Monumento de la luna y el Lobo ( monumento realizado por el Macaelero Francisco Alias) y que llama mucho la atención al viajero, situado en la parte alta del pueblo nos dará una vista panorámica de los derrubios ( Derrubios de gravedad y fracturas de conglomerados, en la antigua cuenca de sedimentación se originaron estratos de margas y arcillas inferiores con estratos de conglomerados superiores. Estos corresponden a glacis, pero con la erosión fluvial, el valle se va ensanchando y por acción de la gravedad en las laderas, los bloques superiores se fragmentan y tienden a caer. Además, las aguas superficiales originan en los materiales sueltos pequeñas cárcavas y abarrancamientos, que son característicos de estas zonas áridas), seguimos ascendiendo conversando hasta llegar a las puerta de la Basílica de Oria, donde al ser domingo se encuentra el pequeño mercado. Varios carteles de las medidas de protección nos recuerdan la situación actual. Paramos en la fuente la Polaca, una de las siete maravillas de Oria. Es imposible hablar de las señas de identidad de Oria sin mencionar la Fuente de la Polaca. Oria fue siempre un pueblo ligado a la agricultura, a las huertas, y todo gracias a la abundancia de agua y de fuentes que sembraban su geografía.

Esa riqueza natural se fue reduciendo poco a poco, pero la Polaca, a pesar de sus años de escasez, incluso de sequía, ha sido siempre un lugar representativo, con un espacio privilegiado en la memoria colectiva. La fuente de La Polaca no sólo tuvo importancia por dar riego a la Huerta de Oria o como motor de los molinos, sino que en el bullicio de aquella Oria pasada, La Polaca fue testigo del trasiego en busca de agua con cántaros, de las mulas cargadas con aguaderas, punto de encuentro para las lavanderas, descanso para caminantes… y también sueño de algún idealista que bebió del caño mágico para encontrar novia.

Se encuentra justo enfrente de la Basílica (de Nuestra Señora de las Mercedes constituye el edificio más emblemático e importante de Oria y es seña de identidad de todos los orialeños.
Se inició su construcción en 1767, por orden del X marqués de los Vélez, y se finalizó en 1779. En 1882 la Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes pasó a ser Basílica Menor, título dado en Roma por Su Santidad el papa León XIII. Con el devenir histórico de España sufrió graves desperfectos, tanto en la Guerra de la Independencia como en la Guerra Civil.
A finales del siglo XX se llevó a cabo una completa restauración: suelo, tejados, portada… En el interior quedó por terminar la instalación de una nueva iluminación y la restauración de las pinturas que se concluyó en 2008, recuperando así el templo su esplendor original). Continuamos dirección hacia la ermita de san Gregorio ( En el año 1696, en la parte baja de la ladera del Cerro de la Cruz, se hizo una pequeña explanada en la que levantar el templo. Este espacio a la salida del pueblo, dota a la Ermita de un encanto especial; es un lugar en el que se unen el recogimiento espiritual y el entorno natural.

Las recientes reformas interiores y exteriores del edificio y del entorno en el que se encuentra, han concluido en un magnífico resultado, que ha mejorado su estética, convirtiéndolo en un lugar obligado para el visitante y un orgullo para los orialeños) pasamos descendiendo  en dirección hacia la Fuente del Negro.(esta pedania de Oria debe su precioso nombre a la Reconquista, etapa en la cual los almorávides y bereberes, antes de dejar la zona ante el impulso valeroso y guerrero cristiano, tenían costumbre de bañarse en una charca cercana en los días de más calor. Al llegar los cristianos, encontraron el poblado desierto...excepto la charca, en donde un negro se había quedado dormido por el relax que le proporcionaba la apacible charca.

En vez de ejecutar al negro almorávide, o proporcionarle un severo castigo físico, los cristianos decidieron obligarle a construir una fuente de amplios pilones en el lugar en el que se encontraba la charca, para así permitir su disfrute a los cristianos.
Desde ese momento, nos bañamos en esa pilastra cómodamente tras haber arrojado a un "negro" a ella...) Vista la fuente regresamos ya que el viento empieza a levantarse y con rachas de 18 km/h, regresamos pasando por la puerta del centro de menores y de vuelta a Oria.

Bajamos muy rápido y con el aire a favor, nos dirigimos a rambla de Oria pasando por la Ermita, el peñón bajo, los charcones, el llano del Espino y Locaiba. Llegamos a Albox a la plaza del pueblo donde se encuentra la Iglesia de santa Maria y nuevo monumento a los donantes de sangre donde nos tomamos unas fotos.

Continuamos pasando por el monumento a los arrieros ( Monumento al Arriero es una obra de la escultora María Isabel García Oller en mármol blanco de Macael, representa el pasado comercial y artesano de la localidad.
Esta escultura, de 5 metros de largo por 2 de ancho, preside la Plaza Nueva del municipio y homenajea la labor y la figura del arrieros como uno de los elementos fundamentales del desarrollo económico de Albox.
La intención con esta escultura es recordar a las personas que en el pasado trabajaron transportando diversas mercancías en carretas, las cuales eran cargadas fundamentalmente sobre los lomos de los burros o las mulas. El arriero albojense caminaba a pie en medio de las mulas, ya que una de sus obligaciones era asegurarse de que los animales cumplieran con el recorrido marcado. Durante muchos años, los arrieros fueron fundamentales en la economía de la localidad; una profesión que les imponía llevar una vida totalmente nómada o itinerante) y nos queda el tramo final hasta Partaloa pasando por detrás de Piedra Amarilla y el cerro Cruz. Como siempre una ruta muy agradable con un gran amigo y con diversidad de paisaje y desnivel.

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