Suflí, El, 86º de los 103 pueblos de Almeria.

 Suflí. Por orden alfabético el 86º de los 103 de la provincia de Almería.

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En mi reto de hacer los 103 pueblos de Almería en bici, hoy Suflí.

Pequeño pueblo, recoleto y tranquilo, perteneciente a la comarca del Alto Almanzora y situado en la Sierra de los Filabres, en tierras montañosas poco cultivadas por la dificultad del terreno y por la falta de agua.

Historia

Por el Valle del Almanzora transitan desde tiempos inmemoriales corrientes culturales, ejércitos invasores o en retirada, desterrados, caravanas de mercaderes y, de vez en cuando, incluso avenidas tumultuosas de su río, el «torrencial Almanzora», como cantó Alvarez de Sotomayor, el fino poeta de Cuevas. Pero Suflí siempre se ha quedado un tanto al margen, al pairo, testigo de la historia y del tiempo, viendo pasar la vida desde su reposado emplazamiento, relativamente alzado sobre elvalle, pero tierras bajas en comparación con los demás pueblos de su entorno. Por eso, sus habitantes musulmanes se autodenominaban así: «los de abajo», que es la traducción del nombre del pueblo (Sfloy, Sofli, Suflí), unánimemente aceptada por sus historiadores.

Personal de ayer y hoy
La población nunca fue muy numerosa. Los primeros datos fidedignos de que disponemos son los recogidos cuando las expulsiones de moros y moriscos y las consiguientes repoblaciones. Son datos absolutamente fiables y se conservan, tanto en los libros de apeo como en la copia que hay en la Real Chancillería de Granada. Fue el siglo XVI una época de despoblación general en todo el Reino de Granada, porque los repobladores castellanos en su inmensa mayoría no llegaron en número suficiente como para llenar el vacío dejado por los expulsados.

Suflí quedó con una población muy reducida, que se fue recuperando muy lentamente hasta que, a principios del siglo XX, llegó a tener más de 800 habitantes, su máximo histórico. Con las sucesivas emigraciones hacia los centros económicamente pujantes que se dieron en toda España en los años 30 y 50, y con el éxodo hacia la costa de esta última década, el censo actual se han quedado reducido otra vez a un cuarto de millar.

La lógica migratoria hace que esta población, además, tenga una estructura envejecida, una «pirámide» poco piramidal, con abundancia de personas jubiladas y escasez de jóvenes
Los agricultores se pueden contar con los dedos de la mano, y con una dedicación puramente amateur. Hay un único bar, de horario particular y aleatorio, y un comercio escueto dedicado al autoabastecimiento.
Hoy día, unos pocos, espectadores activos sabios de vuelta del mundo exterior o ilusionados y meritorios actores, se han incorporado a la vida cotidiana de Suflí y conforman su núcleo «duro», dinámico y actual.
Un primer acercamiento a Suflí pasa por ellos. Por respeto a la jerarquía, aunque invirtiendo el orden debido a la edad, nos encontramos con Juan Cuevas, el actual alcalde, joven, inquieto y de actividad contagiosa.
La política municipal y provincial de obras públicas se está dejando notar en los últimos años en el equipamiento urbano, deportivo y social. Es algo nuevo, después de décadas de decadencia. Desde principios de siglo, cuando se reconstruyeron (prácticamente se hicieron nuevas) la iglesia parroquial y la ermita de la Cruz, amén de alguna casa solariega, no se había acometido una política de obras como la actual.

Claro que la pequeña dimensión del pueblo ha hecho que él mismo tenga que trabajar fuera de su municipio, en la vecina y pujante Comarca del Mármol, uno de los centros básicos dela industria almeriense. Pero todo esto no es nuevo. En el siglo XVIII también consta que sólo había una taberna, dos panaderías y una almazara

Sfloy, Sofli, Suflí­, es un topónimo de origen árabe que significa "los de abajo".
Como todos los pueblos de la comarca, el asentamiento principal viene de la época de Al-Andalus y tras la conquista cristiana de finales del siglo XV y la sublevación morisca de mediados del XVI, sufrirá la expulsión de éstos del Reino de Granada. Este vací­o de población no se podrá suplir convenientemente por los repobladores cristianos viejos que llegaron después.
A principios del siglo XX llegarí­a a tener el máximo de población, unos 800 habitantes. La pérdida de población será paulatina hasta llegar a nuestros dí­as. Primero las emigraciones de los años 30 y 50, para seguir con la de los 60, y en la actualidad hacia la costa.
La actividad actual es de una agricultura para autoconsumo, algunos trabajan en la comarca del mármol y es de destacar la industria agroalimentaria del pueblo. Más concretamente, de la famosa "fritá" de Suflí­. Tradición conservera que en los últimos años se ha convertido en industria. Al ser un producto en el que se siguen utilizando técnicas artesanales, se hace sólo en los meses de campaña.